El Delito Amerikano.

Meta ringa, hay una situación caótica en el ambiente. Las rupturas son comunes y afines, pero no, no estoy hablando de aquel sujeto Pitagórico que se excita con la naturaleza y teme matar a una mosca. No hablo de el, porque el ya no existe mas, porque dentro de los carteles sociales altamente parametrizados nos encontramos con un túnel hacia un destino inhóspito: primero viene el yo, luego el yo y tercero el yo. Primeros nos amputamos el alma nosotros y luego se la extirpamos a quienes nos rodean, el modus operandi mas normal, anómalo seria no hacerlo. En algún momento va y clava el polvi matic mágico, como si le devolviera lo humano especifico al mejor estilo bohemia Francesa; pero no puede y resiste, será cuestión de horas hasta que se meta de nuevo en el frenesí diario y vuelva las estructuras de parentesco. Pero veamos, esta todo allí, es muy simple: es la modernidad de la deuda. De la deuda con el acreedor, con los padres, hermanos y hermanas y hasta con el dios mismo. Que sentido tiene esforzarse por una vida efímera, si lo que vale esta en la eternidad man!. Viene, pasa el sujeto, esta con el bólido de última hora, corteja el sistema de castas pro gatiense, es la verticalidad social.
Si la humanidad consigue la verticalidad con el circulante, es porque esta basada en un sistema liquido, de fluidos. Ahí viene lo interesante, primero enseñarte las tecnicas de autoflagelación, para que luego la paz la halles en la cuarta dimensión, en esa, en la del circulante. Conseguido eso voy por mas, es prácticamente una boberia no hacerlo, ya que te churreaste con toda esa mugre, ahora si estas mas preparado para tu yo, ya estas listo para un dialogo con vos mismo, para con un dialogo con nadie.